Las partidas profesionales de póker más largas registradas hasta la fecha

El póker es un juego tremendamente estratégico, donde son habituales los tira y afloja entre contrincantes. En ocasiones, el proceso de lectura de una partida puede dilatarse tanto, y la cautela de los jugadores puede llegar a tal extremo, que las partidas se pueden prolongar por varias horas.

Es algo habitual en las partidas profesionales de póker, pero hay algunas que se han ganado entrar en el top de las partidas más largas de la historia. Vamos a hacer un repaso por algunas de ellas, y a analizar qué factores contribuyeron a que la partida durase más de lo esperado.

¿Cuál ha sido la partida de póker más larga?

La partida de póker más larga registrada hasta la fecha tuvo lugar en 2010, en el casino del Hotel Bellagio, en Las Vegas. Fue Phil Laak quien estuvo jugando 5 días en lo que parecía una partida interminable.

En aquel momento, ni existían ni se contemplaban medidas que limitasen la duración de las partidas, por lo que la partida parecía que podía durar varias horas más. Esa partida fue precisamente la que le permitió a Phil Laak colarse en el Libro Guinness de los Récords, por ser la persona que más horas seguidas ha jugado al póker.

Nada en esa jornada hacía presagiar que la partida fuese a alargarse por casi una semana. Phil Laak llegó acompañado de su esposa al Hotel Bellagio, y la partida comenzó un miércoles a las 12. La sesión virtual que dio por finalizada la partida terminó el lunes sobre las 7:00. En total, Laak acumuló un total de 115 horas consecutivas de juego, es decir, unos 5 días completos.

La partida fue seguida por más de 130.000 personas de 80 países distintos con acceso a la retransmisión virtual de la partida a través de la red. El hecho de que las cámaras registrasen toda la partida permitió constatar no solo que Laak efectivamente jugó en unas jornadas maratonianas, sino también que no consumió cafeína ni ningún otro estimulante, algo fuera del alcance de una persona normal que demuestra la enorme fortaleza mental y física de Laak. Nadie ha conseguido emular hasta ahora la gesta del jugador irlandés-estadounidense.

Aunque por cada hora de juego se permitía hacer un descanso de 5 minutos, a lo largo de las 115 horas de juego contabilizadas de Laak, apenas descansó 30. Y la partida no duró más por la cautela del propio Laak, ya que decidió dar la partida por terminada “para no exponer su cuerpo a más daño”, tal y como él mismo dijo.

Es una de las grandes partidas de póker de la historia reciente, y ninguna ha conseguido por ahora destronar a esta partida de Laak de casi cinco días de duración.

Otras partidas de póker que batieron récords de duración

En el listado de las partidas de póker más largas de la historia hay otras que también merecen ser conocidas por su duración. Sin llegar a la maratoniana partida de Laak, sí son algo fuera de lo común que difícilmente puede tener lugar en condiciones normales.

En su momento, la partida que disputó Larry Olmsted batió el récord de duración. Tuvo lugar en el año 2004, y destacó precisamente por la maratoniana partida que se marcó, llegando a estar 3 días enteros jugando en el Casino Foxwood.

Paul Zimber es otro de los jugadores que se suelen colar al hablar de las partidas de póker más largas. A esta se suele hacer referencia en petit comité, dado que no se trataba de una partida oficial: Zimber estuvo en 2003 jugando casi 79 horas consecutivas sin parar.

Entre las partidas verificadas, tenemos una del año 1949 que fue todo un hito en su momento. Johnny Moss y Nick Dandolos disputaron la partida de póker más larga no continua en el Binion’s Horseshoe Casino de Las Vegas. El cara a cara entre estas dos leyendas del póker se prolongó por cinco meses, con descansos intercalados de entre cuatro y cinco días. Sin embargo, se dice que apenas dormían en esos días de desconexión, por lo que se puso a prueba el desgaste mental de ambos jugadores durante casi 150 días.

Este duelo solo terminó cuando el propio Dandolos decidió poner punto y final al cara a cara eterno, cediendo ante Moss. Alternaron distintos tipos de póker, dejando a un lado a veces el Texas Hold’em. Incluso encararon fuertes subidas y bajadas a lo largo de esos cinco meses. Moss llegó a acumular 2 millones de dólares en ganancias en la que sería la partida que animaría a crear unas series mundiales de póker.

Si hablamos de partidas no verificadas, hay que tirar más de fe y algunos incluso se mantienen escépticos sobre la veracidad de estas partidas. Por ejemplo, se dice que en sótano del Bird Cage Theatre de Tombstone se celebró una partida entre varios jugadores de cartas que se prolongaría por ocho años, entre 1881 y 1889.

Empresarios ricos de la época se encontraban en ese sótano de manera continua y se dice que siempre había alguien jugando, aunque esto es difícil de corroborar porque apenas existen fuentes fiables o documentación alguna que atestigüen la existencia de una partida de ese calibre.

Sea como fuere, lo cierto es que es ahora cuando sí hay normas escritas sobre la duración de las partidas de póker. Antaño apenas existía regulación alguna en este sentido y las partidas podían dilatarse en el tiempo de manera indefinida, poniendo a prueba la paciencia de muchos y convirtiendo los duelos de póker en un duelo entre auténticos titanes incapaces de dar su brazo a torcer. Una esencia que se mantiene hoy en día, pero mucho más regulada para no comprometer la salud de los jugadores implicados.

Las partidas profesionales de póker más largas registradas hasta la fecha